La Boquera se considera uno de los enclaves de mayor interés faunístico del Parque Cultural del Río Vero y un paraíso para los amantes de la ornitología.
Aquí confluyen tres tipos de ecosistemas: las aguas del Vero y Cinca, los sotos ribereños y los escarpes de yeso, en una zona declarada L.I.C. ( Lugar de Interés Comunitario).
En torno al río habita un gran número de aves: martín pescador, pájaro moscón, mitos, oropéndolas, carboneros, lavanderas, garzas reales, pájaros carpinteros o cigüeñas blancas.
Entre los peces destacan las madrillas, barbos, carpas, truchas, lucios, peces lobo y peces fraile.
Los escarpes de yeso son lugares idóneos para la nidificación del abejaruco, cernícalo común, vencejo real o avión común, entre otros.
La vegetación más representativa del Somontano de Barbastro es el carrascal, pues responde a unas condiciones climáticas marcadas por las altas temperaturas y la sequía estival, así como a los fríos del largo invierno. La carrasca suele estar acompañada de gran número de especies, como boj, jara, coscoja, lentisco, enebros o sabinas, entre otras.
Buena parte de los carrascales que antaño cubrieron los somontanos, fueron quemados y talados para aprovechar su madera, cultivar sobre el suelo fértil y producir carbón.
En la actualidad, dado el abandono de muchas zonas antes cultivadas y pastoreadas, se está dando un incremento de la superficie ocupada por este tipo de bosque.
Las aguas del río Vero prosiguen hacia Barbastro. Después de atravesar la capital del Somontano, el río se encuentra con el Cinca en La Boquera. En este lugar afloran yesos y sales solubles, no existentes en el resto de la cuenca, permitiendo el desarrollo de una vegetación propia de medios semiáridos.
La confluencia de varios ecosistemas en tan reducido espacio (escarpes de yesos, sotos y curso fluvial del Vero y Cinca) hace posible que La Boquera concentre la mayor riqueza faunística de todo el Parque Cultural.