Gracias a un documento del rey Ramiro I (1055), sabemos que Lecina tuvo un monasterio dedicado a San Cucufate, sobre el que quizás se levantó la actual iglesia.
Fue construida en s. XVI, sobre la anterior románica, de la que se conservan el muro meridional, un crismón (s. XII) y el ventanal del atrio. Es de de planta rectangular y bóveda de lunetos, con amplio crucero cubierto con cúpula rebajada, en cuyas hornacinas se conservan pinturas de S. Benito y S. Antonio Abad.
El ábside es recto y está decorado con una cornisa moldurada sobre pilastras con capiteles corintios. Cuenta con torre campanario.