En la década de 1970 se fusionaron dos núcleos de población: Huerta de Vero y Buera, surgiendo el municipio de Santa María de Dulcis.
Adoptó su nombre del santuario homónimo al que ambos pueblos acuden en romería y profesan gran devoción.
Tanto Huerta como Buera destacan por la conservación de su patrimonio, en especial de la casa tradicional somontana y en ambos se localizan de los ejemplos más destacados de la comarca.