La estrechez y sinuosidad de las calles de la villa medieval, declarada Conjunto Histórico Artístico, bien merecen un paseo. Alquézar es sinónimo de historia, tradición, naturaleza, paisaje y futuro. En 2015 ha sido reconocida como pueblo más bonito de España.
Se origina en la fortaleza árabe Al-Qasr (fortaleza), emplazada entre profundos barrancos del río Vero, donde se encuentra el castillo y colegiata de Santa María la Mayor (ss. XI-XVI), mientras el caserío se recuesta en una ladera orientada al sur.
El casco urbano conserva fielmente el trazado medieval, articulado en torno a dos calles paralelas que recorren la localidad de este a oeste, y comunicadas por calles perpendiculares más estrechas, empinadas y en muchos casos, cubiertas por callizos.
En las viviendas confluyen materiales y formas propias del llano y de la montaña, siendo la piedra caliza, el ladrillo y el tapial, los materiales más utilizados.
La calle principal desemboca en la Plaza Mayor o de Mosén Rafael Ayerbe, magnífico ejemplo de plaza porticada destinada a la celebración de ferias y mercados.
A lo largo de este recorrido podemos descubrir ejemplos destacados de arquitectura civil aragonesa de los siglos XV al XVIII: portadas doveladas, aleros decorados, galerías de arquillos, blasones, trabajos de forja, balconadas...
Alquézar es un lugar perfecto para adentrarse en la naturaleza más salvaje de la sierra de Guara, gracias a numerosas rutas señalizadas: ruta de las Pasarelas, ruta a Asque y Colungo, ruta a los abrigos de Quizans y Chimiachas, así como el Camino Natural del Somontano.