Se extiende por la suave ladera meridional, a los pies de la sierra de Sevil.
El punto más lo preside una roca de extraña forma: O Peñón, todo un símbolo para los raiqueranos.
Está distribuido en dos barrios. El más elevado , los Meleses donde destaca la casa de l’Abogau por sus dimensiones y elementos decorativos portada, escudos y canaleras del alero.
En la parte baja se concentra la población en torno a la plaza con la iglesia de Nuestra Señora de Bastarillas (s. XVII) de la que parten las calles sinuosas y cubiertas en algunos tramos por los llamados “porches”.
Las casas, en origen de tapial, adobe y ladrillo, bastante reformadas, aún conservan elementos decorativos de interés (escudos, llamadores, aleros...)
Su entorno cuenta con otros lugares de interés como la Fuente d´o Lugar o la carrasca de Cazcarra, bellísimo árbol de notables proporciones.