Una de las más destacadas es la de San Francisco que en su momento formó parte de un convento franciscano (s. XIII). A principios del s. XVII se remodeló y cubrió con bóveda de crucería. Destaca la capilla funeraria de San Juan edificada por la familia Claramunt (finales del s. XVI), y decorada con pintura mural obra de Rafael de Pertús. También es interesante la cripta, con enterramientos sedentes tallados en piedra.
Entre otras iglesias sobresalen las de los Escolapios (s. XVIII) del barroco clasicista, cuyo interior contiene pinturas de Francisco Zueras y la del Convento de las Capuchinas (s. XVIII).