El Parque Cultural del Río Vero es sí mismo un gran museo del agua al aire libre.
Durante siglos, los habitantes del valle se han enfrentado a las leyes impuestas por la naturaleza, desarrollado el ingenio para obtener el máximo provecho del agua y la tierra.
Así surgieron aljibes, fuentes, lavaderos, puentes, azudes, acueductos, canales... de los que buena parte conservan su funcionalidad original. A través de estas obras podemos entender el origen de numerosas actividades económicas, el trazado de los ejes de comunicación, los asentamientos, ciertas tradiciones y la historia de un territorio desarrollado en torno al río.