La vegetación más representativa del Somontano de Barbastro es el carrascal, pues responde a unas condiciones climáticas marcadas por las altas temperaturas y la sequía estival, así como a los fríos del largo invierno. La carrasca suele estar acompañada de gran número de especies, como boj, jara, coscoja, lentisco, enebros o sabinas, entre otras.
Buena parte de los carrascales que antaño cubrieron los somontanos, fueron quemados y talados para aprovechar su madera, cultivar sobre el suelo fértil y producir carbón.
En la actualidad, dado el abandono de muchas zonas antes cultivadas y pastoreadas, se está dando un incremento de la superficie ocupada por este tipo de bosque.