El Vero nace en la comarca de Sobrarbe, próximo a Pueyo de Morcat, e inicia allí su trayecto hacia el sur. Tras recorrer las faldas de la sierra de Sevil, el río se encaja en el macizo calcáreo de Guara, ya en el municipio de Bárcabo, dando lugar a magníficos cañones. Esta sucesión de desfiladeros con grandes paredes verticales, atesoran los paisajes más espectaculares, fruto de la erosión de la roca caliza. Numerosas especies de flora y fauna rupícolas, forestales y acuáticas encuentran aquí refugio y lugar idóneo para vivir.
Después de atravesar los 8 km de desfiladeros, caos y saltos de agua, la garganta se abre de nuevo al llegar a Alquézar. A partir de aquí las calizas dan paso a los conglomerados, de perfiles redondeados y ruiniformes.