A lo largo del tiempo, los habitantes de cada localidad levantaron con gran esfuerzo numerosas construcciones necesarias para las actividades agrícolas y ganaderas propias de la vida rural.
Aparecen diseminadas por todo el territorio. Nacieron de la tierra y por ello se integran en ella a la perfección. Se caracterizan por su extrema sencillez y austeridad.
Las construcciones más numerosas y características son: la caseta, el corral y el colmenar o “arnal”.
Las técnicas constructivas más habituales son la mampostería y la piedra seca, especialmente en casetas, muros de corrales y muros en caminos. Al sur de Huerta de Vero es frecuente el empleo del adobe y el tapial. También existen pequeñas cuevas excavadas en la roca arenisca, utilizados como pequeños refugios.
Entre los materiales básicos de cubrición se encuentra la losa de piedra, en los pueblos del extremo norte del Parque (municipio de Bárcabo), y la teja árabe para el resto.