A medida que el río Vero prosigue su viaje hacia el sur del Somontano, el paisaje se suaviza y se trasforma en una gran extensión cultivada. La vid, el cereal, los almendros y el olivo toman protagonismo en un mosaico de marcado carácter mediterráneo.
Cerca del río aún se conserva antiguos huertos donde se crían desde los afamados tomates rosas de Barbastro, a cebollas, lechugas, pimientos, judías y un largo etc. sin olvidar los centenarios cerros de espárragos.
En las zonas yermas predomina el monte bajo y las aromáticas, coscojas y encimas.