Lecina se encuentra en las faldas de la cara este de la sierra de Sevil.
Es una de las localidades con mayor encanto y mejor conservadas de la zona. Su casco urbano es armonioso, construido con piedra caliza y cubiertas de teja árabe.
Conserva un notable conjunto de enclaves de interés etnográfico. Alrededor de la plaza se encuentran la iglesia de San Juan Bautista (ss. XVI-XVIII), la herrería y el Cubierto, donde se reunían las gentes para tratar asuntos de la comunidad. Las antiguas escuelas se han convertido en oficina de información y centro expositivo “Antonio Peñart”.
Destaca casa Sampietro (s. XVI) por su portal de entrada y un vano conopial decorado con relieves y Casa Carruesco (s. XVI), con vivienda, torre defensiva y oratorio.
A la entrada de la población se encuentra la espectacular carrasca catalogada como árbol monumental por el Gobierno de Aragón. De Lecina parte el recorrido a las pinturas rupestres de Barfaluy.