El arte rupestre esquemático abarca desde el Neolítico a la Edad de los Metales y fue obra de pueblos que ya conocían la agricultura y la ganadería.
En abrigos de difícil acceso continúan pintando figuras humanas y animales muy simplificadas, signos, formas geométricas, manchas, trazos... hasta llegar a meros esquemas de la realidad. Esta sintetización y abstracción supuso una evolución estética de las pinturas naturalistas del postpaleolítico.
La interpretación de su significado y finalidad resulta difícil, por lo que algunos autores le atribuyen una gran carga simbólica de tipo religioso y ritual.
El estilo esquemático es el más numeroso en el Parque Cultural del Río Vero y está presente en los abrigos de Mallata, Barfaluy, Gallinero, Regacens, Lecina Superior, Peña Miel I y II...