Deshabitado desde la década de los 60 del s. XX, se sitúa sobre un pequeño rellano montañoso a 1077 m de altitud. Destaca por su emplazamiento privilegiado y estratégico, desde el que se domina el barrando de Sieste al norte y la vertiente septentrional de pico Capramonte. En la actualidad el estado de ruina de las viviendas es general. Destacan viviendas como Casa Buil, Bara y Valero.
La iglesia parroquial, de inicios del siglo XII, es la construcción de mayor interés y su campanario parece asumir las funciones de “faro”, ya que es visible desde buena parte del centro y sur de Sobrarbe. En sus proximidades se encuentran los restos del castillo que, con la función de atalaya, levantaron los cristianos durante su avance hacia el sur para la reconquista de Alquézar.